La actriz y modelo italiana Mónica Bellucci, de 45 años y casada con el actor francés Vincent Cassel, presume de su segundo embarazo en la portada de la edición italiana de la revista Vanity Fair. Bellucci, ya madre de una niña, Deva, nacida en 2004, no ha dudado en mostrar su barriga luciendo ropa interior en un reportaje para la revista que saldrá a los quioscos mañana y del que hoy se han adelantado algunos extractos.
"Me habían aconsejado tener enseguida el segundo hijo, pero no estaba lista. Y cuando me he sentido preparada, esperaba que llegara enseguida. Pero los niños no son como las películas, no es que se organicen sentando a la mesa a un director y un productor", confiesa la actriz.
"No me siento valiente, sólo muy afortunada. He tenido una niña sana, un parto natural como una campesina (de la región italiana) de Umbría, y hasta ahora, también este segundo embarazo está siendo bonito y sencillo. Pero no soy para nada un ejemplo a seguir", añade.
Bellucci habla además de la diferencia de edad que la separará de sus hijos, algo que no le preocupa. "Cuando mi hija tenga veinte años, yo tendré sesenta. ¿Y qué? Ya hoy las mujeres de sesenta años están estupendas. El mundo ha cambiado y, con todas las precauciones, hoy es posible tener un hijo con cuarenta años y verlo crecer", apunta.
"Me habían aconsejado tener enseguida el segundo hijo, pero no estaba lista. Y cuando me he sentido preparada, esperaba que llegara enseguida. Pero los niños no son como las películas, no es que se organicen sentando a la mesa a un director y un productor", confiesa la actriz.
"No me siento valiente, sólo muy afortunada. He tenido una niña sana, un parto natural como una campesina (de la región italiana) de Umbría, y hasta ahora, también este segundo embarazo está siendo bonito y sencillo. Pero no soy para nada un ejemplo a seguir", añade.
Bellucci habla además de la diferencia de edad que la separará de sus hijos, algo que no le preocupa. "Cuando mi hija tenga veinte años, yo tendré sesenta. ¿Y qué? Ya hoy las mujeres de sesenta años están estupendas. El mundo ha cambiado y, con todas las precauciones, hoy es posible tener un hijo con cuarenta años y verlo crecer", apunta.
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