Muere
el hombre y nace el mito. Oscar de la Renta pasará a la historia
como el diseñador que amaba a las mujeres, capaz de entenderlas y de
confeccionar para ellas creaciones de gran belleza que coquetean con
la sensualidad, el conservadurismo y la modernidad.
Fallecido
en su casa del estado de Connecticut, Oscar de la Renta, a lo largo
de su carrera, ofreció un concierto de contundentes y delicadas
propuestas, creaciones con las que mujeres de todo el mundo se
sintieron especiales, únicas. Así se debió sentir Amal Alamuddin
que lució un diseño de Oscar de la Renta el día de su boda con el
actor George Clooney, uno de los últimos diseños que confeccionó
el costurero latino.
"La
mujer que vestía en mis comienzos nada tiene que ver con la de hoy",
contaba el diseñador, quien aseguraba que a lo largo de su carrera
profesional aprendió de las mujeres. "Aprendo de la mujer. Es
extraordinario lo que ha pasado con ella en los últimos cuarenta
años, pasó de ser un ama de casa a estar envuelta en todas las
actividades sociales. Me siento orgulloso de haber sido testigo de su
avance", decía el diseñador dominicano.
Su
éxito en las alfombras rojas lo llevó a ser uno de los preferidos
de las celebridades para importantes momentos personales y también
eventos destacados.
Nacido
el 22 de julio de 1932 en República Dominicana, hijo de madre
dominicana con raíces hispanoitalianas y padre puertorriqueño,
aprendió de Cristóbal Balenciaga en España y de la mano de Antonio
de Castillo se instaló en París, donde también trabajó para la
casa Lanvin. Con esa experiencia, aterrizó en Nueva York a finales
de los sesenta, donde trabajo para Elizabeth Arden, y se convirtió
en la quintaesencia de la elegancia.
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