Yo estaba adentro de la tienda…

Estaba por la zona de frutas y verduras, y es que todos los domingos voy al supermercado a comprar viandas y chucherias.
Ya había seleccionado unos pimientos verdes, nopales y estaba en el estante pensando que jitomate llevaría: “saladet” o “bola”, todavía me faltaba recorrer el comercio. Una de las señoritas que siempre veo en el supermercado con cofia, cubre bocas y botas; salió de la puerta que se encuentra entre la zona de pescados y los primeros refrigeradores de carne gritando: “!hay un incendio en la bodega!”; una de las vigilantes de “guardias blancas” tomo rápidamente un extintor y se adentró en el pasillo acompañada de dos empleadas. Eran las 9.55 de la mañana…
No pasaron más de dos minutos cuando salieron las tres colaboradores con cara de susto. “!Se quema la bodega!”, gritaron; yo estaba bebiendo una bebida sabor café que había tomado de unos de los estantes refrigerados. “¡joven, veámonos que se esta incendiando la bodega!” me dijo una de ellas. Completamente sorprendido volteé en varias direcciones para ver que sucedía; cerca de la zona de panadería varios empleados salían rápidamente informando a la gente que había fuego en la zona posterior de la tienda.
Fue entonces cuando percate de la existencia de humo que salía hacia la nave del almacén al regresar mi vista hacia el túnel del pasillo y fue entonces cuando decidí abandonar mi carrito y dirigirme hacia la salida. Los empleados del autoservicio avanzaban hacia la misma dirección indicándole a la gente que debía abandonar la tienda. Al llegar cerca la puerta principal nos encontramos con otro de los agentes de “Guardias Blancas” que sorprendido veía a la gente caminar hacia la salida.
“¡Llámale a los bomberos, se está quemando la bodega!”, le dijo al agente de seguridad, una de las empleadas que iba unos pasos delante de mi. No íbamos corriendo pero si llevábamos prisa, la empleada señalaba hacia el fondo de la tienda hacia donde volteamos para ver la capa de humo que comenzaba a acumularse. La gente salía de la tienda, afortunadamente no había mucha gente en el interior del inmueble por lo que no hubo empujones y jalones.
Al llegar esa mañana, encontré lugar para estacionarme a pocos metros de la puerta principal sobre la misma banqueta; por lo que me apresure a moverlo hacia una zona segura. Encendí el motor en un santiamén y en reversa me fui hacia la Av. Kabah, me dirigí hacia el restaurante California que se encuentra en el mismo estacionamiento de la zona comercial. Recordé que mi cámara fotográfica estaba en la cajuela y me detuve a sacarla para tomar un par de fotos de la columna de humo denso que se estaba formado sobre la tienda. Realice un par de llamadas a mis amigos de otros medios de comunicación para darles la noticia. “¡La Mega de la Kabah se esta incendiando!”
Cruce la Av. Kabah y estacioné mi coche en la Av. del Bosque para regresar a tomar un par de fotos del evento, entonces comenzaron a escucharse las primeras sirenas de la policía. Crucé rápidamente para poder llegar al estacionamiento donde se encontraba todo el personal del autoservicio; de la tienda adjunta (Costco) ya salían todos los colaboradores hacia el área marcada, en el aparcamiento, como zona de reunión. Las primeras patrullas llegaban a la zona del siniestro. De forma espontánea y por iniciativa propia los empleados realizaban conteos y veían si estaban todos sus compañeros, se brindaban tranquilidad unos a otros mientras veían como tomaba altura la columna de humo, que comenzaba a despedir olores propios de la combustión.
La gente que había comenzado su turno laborar sin contratiempo permanecía en la banqueta al final del estacionamiento comentando lo que cada uno había visto momentos antes de salir del inmueble. No fue necesario otra indicación más que el uso del sentido común para organizar la evacuación de la tienda, comenzamos a salir mientras las luces se apagaban en interior del autoservicio acompañados de los empleados, para cuando llegaron los equipos de emergencia la tienda estaba vacía. Todos los que estábamos dentro salimos con calma y no hubo más que un poco de sorpresa y susto.
Transeúntes, clientes y empleados hacían uso de sus teléfonos celulares para documentar el evento, al que arribaban ambulancias, patrullas y coches de bomberos. Poco diestros y sorprendidos por la emergencia los policías llegaban al lugar de los hechos acompañados de un gran número de ambulancias. Los traga humo comenzaron con su labor adentrándose en el pasillo que separa ambas naves comerciales, de ahí salía el humo denso, que cambiaba de color variando los tonos del gris oscuro; está columna era visible desde varios puntos de la ciudad.
Afortunadamente las pérdidas fueron solo materiales y no hubo más que un par de incidentes de pánico. Es curioso pero el único autoservicio que ha sufrido esta clase de siniestros es la otra sucursal de esta firma ubicada en la Av. Tulum esq. Av. Uxmal; claro que también tenemos el antecedente de la tienda departamental localizada en conocida plaza comercial que sufrió un incendio, donde perdieron la vida miembros del equipo de bomberos. Esperemos que el dictamen de las autoridades incompetentes ayude a evitar estos sucesos en el futuro y a incrementar los ejercicios preventivos por parte de las empresas.
Ahora tendré que hacer mis compras en otro supermercado, incluso los miércoles…
http://www.youtube.com/v/Pt3yogMp3UM&hl=en&fs=1

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2 Comentarios

Anónimo dijo…
y eso que?
Anónimo dijo…
jajaja limon es la primera vez que entro a tu blog y lo primero que me encuentro es esta nota como cuando nos la contaste me rei muchoooooo, jajaja ahora me pregunto....la nube negra que salia al supermercado de casualidad era como el humo negro denominado como "el monstruo" en lost??? que miedo!!! jajaja aun asi quien en domingo en la mañana va al super, menos mal que tu fuiste para que nos lo pudieras contar y volver a hacerme reir con tu manera de redactarlo jajaja, saludos don limon...ala junco