Hollywood está repleto de celebridades que gustan de cambiar su imagen prácticamente cada que parpadeamos. Kim Kardashian nunca ha sido una de ellas. La morenaza ha mantenido el mismo look desde que comenzara a salir en la televisión hace varios años atrás. Su característica melena negra ondulada cayendo por debajo de los hombros es toda una bandera dentro del clan Kardashian, razón por la cual, resulta sorprendente el estilo con el cual se mostró para recibir el 2012.
Durante su fiesta de Año Nuevo en Las Vegas, Kim Kardashian impactó no sólo en un embarrado vestido blanco, abierto del escote, pero también con un fleco --usualmente conocido como "bangs"-- cayendo por arriba de sus cejas y un lacio azabache llegándole al pecho; dejando atrás la frente que hubiera mantenido descubierta durante tantos años, y los caireles semi ondulados que tantas veces le hemos visto ondear en las alfombras rojas.
Viendo las imágenes del antes y el después resulta difícil no cuestionarse si Kim tomó la decisión correcta. Por un lado, nos da mucho gusto ver a esta Kardashian arriesgarse un poco en cuanto a su look, pero por otro, no podemos evitar notar que el fleco sobre la cara la hace parecer mucho mayor. ¡Y peor que eso! El lacio del cabello de pronto nos recuerda demasiado a las extensiones que utilizan ciertas artistas hip-hoperas y eso le quita mucha clase a nuestra usualmente fashionista estrella de reality.
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