Armin Van Buuren deleita a sus fans en México

La música trance, acompañada de los gritos eufóricos de "¡Armin, eres el mejor. Te amamos!" resonaron ayer por la tarde durante la firma de autógrafos que Armin Van Buuren realizó en el centro comercial Plaza Loreto, al sur de la Ciudad.
Banderas de Holanda y México, playeras con el nombre del DJ y pancrtas dieron color a la espera, aunque al final el staff decidió, para agilizar el evento, que sólo firmara las portadas de los discos que los cerca de 850 seguidores, cifra proporcionada por los organizadores, adquirieron por 200 pesos.
El astro de las tornamesas arribó al lugar pasadas las 17:30 horas, luego de salir de un hotel de la Colonia Polanco.
A su llegada el holandés saludó a la multitud.
"México, ¿cómo les va? Les voy a firmar exclusivamente los discos para hacer esto de una manera más rápida", dijo, tras lo cual se sentó y empezó a plasmar su rúbrica.
Conforme iban pasando los fans, lo felicitaban y le expresaban su admiración; algunos incluso le regalaron dibujos de su retrato; él los saludaba de mano y hasta daba besos en la mejilla a las chicas, siempre con una sonrisa.
La mayoría de los asistentes eran jóvenes, pero quien llamó la atención de los mismos fans que esperaban en la fila fue Toño, un niño de 4 años.
El pequeño va en segundo de kínder y como, de acuerdo con él, se porta bien y saca buenas calificaciones, le pidió a Santa Clos que esta Navidad le regale una mezcladora.
"Quiero ser DJ desde chiquito, ya sé mezclar", aseguró el infante.
Alrededor de las 19:00 horas, Toño, quien iba acompañado de su papá, José Antonio Magaña, tuvo lo que tanto esperó, la firma de Van Buuren, no sólo en su disco sino en unos audífonos que portaba.
El menor apenas sabe contar hasta el 25, dijo su papá, y tiene conocimiento de los números porque así pone las canciones en el estéreo.
Sin embargo, el pequeño agregó que se sabe los nombres de más de cinco artistas con los que el holandés ha colaborado en su carrera musical y que de grande quiere ser como Armin.
El niño viajó con su padre desde Morelia, Michoacán, para asistir al concierto que su estrella favorita daría anoche en el Infield del Hipódromo de las Américas, y aseguró que aguantaría despierto todo el tiempo.
Así como el padre de Toño, Esther Fernández acompañó también a la firma a su hija Jackie Peña, pese a que tuvo un mal día, según relató, pues además de atravesar todo el DF, desde Satélite, para llevar a la chica al evento, por la mañana chocó su camioneta.

Armin complació a 701 personas, quedando los restantes sin su firma. A su salida, cerca de dos horas después, los seguidores emitieron un grito cuando, para despedirse, su ídolo se paró sobre la camioneta que lo transportaría hacia Polanco.

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